
¿Se parece a un zapato bien lustrado o a uno empolvado?
Nuestros ancestros decían que la apariencia de los calzados representaba cómo nos parábamos ante la vida. Mostraban nuestro perfil y comunicaban, al igual que hoy, lo hace internet.
Por esto, elegimos comparar a los zapatos con marcas posicionadas en el ámbito digital, algunas acorde a la demanda y otras, no tanto.
Por esto, elegimos comparar a los zapatos con marcas posicionadas en el ámbito digital, algunas acorde a la demanda y otras, no tanto.
Cuando hablamos de un todo, nos referimos a una marca. Y como la palabra lo indica, la marca es lo que nos describe e identifica. Es nuestra identidad o, en dicho caso, la del negocio. Es la imagen que percibe el público y la manera en la que se relaciona con los productos o servicios que ofrecemos.
La visión de esa imagen dependerá de la identidad visual corporativa, es decir, los valores de nuestro negocio. Aquello que va a describir todas las ideas e historias que se encuentran detrás de la compañía.
Actualmente, la información viaja de manera visual por lo que resulta imposible posicionarse en el mercado sin una imagen que identifique a la empresa. Por eso, una identidad visual bien definida ayudará a captar la atención del público y a destacar por encima de los competidores.